No hace falta ser un gran montañero ni alpinista experto para subir alturas que nos parecen insalvables del otro lado del charco. México es un país con una diversidad orográfica y climática increíble, desde playas caribeñas a volcanes de más de 4000 metros de altitud. Y, en este caso, nos centraremos en los volcanes, y concretamente en cuatro de ellos, más o menos cercanos, y cuyas leyendas los relacionan entre sí. El más alto del país (y el tercero más alto de Norteamérica), con más de 5700 metros de altura sobre el nivel del mar es el Pico Orizaba , también llamado Citlaltépetl (“monte de la estrella” en náhuatl). Ubicado en los estados de Veracruz y Puebla, y siempre cubierto en su cumbre por una capa de nieve debido a su altura, resulta más que imponente a la vista. Sin embargo, es el único de los cuatro que requiere experiencia en alta montaña para coronarlo. El Popocatépetl (cuyo nombre en náhuatl significa “cerro que humea”, debido a las constantes emisiones ...
Lo que empezó siendo un viaje por México, acabó siendo un viaje por la vida. ¡Vive! ¡Viaja! (si quieres)