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Distrito Federal (primera parte)

Mi recomendación siempre es visitar el DF de forma que sea posible disfrutar del domingo en el centro. Los domingos en la mañana, desde las 8 hasta las 15 horas, se cierra el centro (las calles aledañas al zócalo, la impresionante avenida Reforma hasta Chapultepec…) para que la gente vaya en bici, patines, corriendo… Una impresionante marea sobre dos ruedas inunda el centro de la ciudad, y como si de verdadero tráfico se tratara, exige una gran logística para evitar incidentes. 


Para conseguir una bici lo único a tener en cuenta es el madrugón (ni tanto, para ser México, donde mucha gente sale a correr a las 6 de la mañana, o van al gimnasio a esa hora…). Hay diversas casetas de colores amarillo y azul que a diario alquilan bicicletas de forma gratuita durante un período máximo de 3 horas, dejando un par de documentos identificativos y rellenando un formulario. Se encuentran en el zócalo, en Reforma... incluso en colonias como Roma, Condesa, Polanco, Coyoacán... Acudiendo a esas casetas a las 9.30 aproximadamente (o antes), lo normal es conseguir bicicleta, si bien es cierto que hay que esperar una media hora adicional (como mínimo), ya que el sistema, si bien es eficaz, no es en absoluto rápido.

En mi opinión, esta forma apacible de descubrir el DF por primera vez hace que el monstruo de ciudad no se haga tal, sino que dé la apariencia de orden, calma, aire puro y sensación de libertad. Incluso si ya llevas un par de días en la megalópolis, o ya conoces sus principales avenidas, se hace muy cómodo pasear por Reforma o Chapultepec en dos ruedas.



La ciudad ofrece muchas (demasiadas) cosas que ver y pasear, si bien es cierto que el alojamiento no baja de los $200 (pesos mexicanos) por noche, unos 12 euros, aunque en la mayoría de casos incluye desayuno. Comer en la calle tacos, alambres, etc., constituye la manera más barata de supervivencia, y hay miles de puestos por doquier. En mi opinión, las mejores zonas para alojarse son Regina o cerca del zócalo (aunque por la noche no hay mucha gente), o la zona Rosa o Condesa, más llenas de vida nocturna. La oferta de hostales es muy amplia, si se quiere ir con el presupuesto más bajo, y, como siempre, ofrecen buenos servicios y limpieza.

Pero para ver el DF, lo principal es no agobiarse ni tratar de verlo todo. Por muchas veces que lo visites, nunca conseguirás conocerlo por completo. Y eso es lo bueno, que siempre, siempre tiene algo que te sorprende, impacta y te hace que quieras volver. 

Continuará...

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