Hay dos opciones a la hora de hacer un viaje. Una es planear
adónde quieres ir, qué quieres hacer, o bien dejarte llevar… La otra es buscar
en Ryanair o similares los lugares adonde volar sea lo más barato.
En México no existe Ryanair. Hay compañías de vuelos
baratos, como Volaris, Vivaaerobus o Interjet, pero no son tan baratos como nos
tienen acostumbrados en Europa.
Una muy buena opción de viaje en México es el autobús,
bastante cómodo pese a las largas horas que puede durar casi cualquier viaje, y
a un precio razonable en la mayoría de los casos. De hecho, hay autobuses muy
baratos, de segunda clase, en los que el viaje no es tan malo, dependiendo de
la suerte que tengas. Y también los hay de lujo, pero he de decir que son tan
amplios, cómodos y lujosos (y caros) que la única vez que fui en uno no pude
dormir de la emoción.
Además, si eres estudiante en México, en períodos
vacacionales todas las compañías ofertan una serie de plazas (variables en
función del destino y los viajes fletados) con un descuento del 50% (aunque hay
que comprarlos con antelación, porque se agotan bastante rápido).
El monopolio de autobuses mexicanos en el sur y centro del
país lo tiene ADO. Lo más económico en su caso es viajar con OCC, su filial
barata que aún oferta primera clase (Cristobal Colón, Mayab o algunas otras de
segunda clase son muy válidas para 3-4 horas, pero no los recomendaría para
trayectos mayores).
Y por supuesto, hay formas más baratas de moverse, como
pequeños colectivos (combis), donde es imposible dormir no muy cómodas
pero que bajan mucho el costo del viaje.
La mayoría de gente en el sur de México hace más o menos el
mismo recorrido: México DF – Puebla (no todos) – Oaxaca – Chiapas – Riviera
Maya, o al revés, ya que los vuelos desde o hacia Cancún son bastante baratos.
Empezando por el DF, una ciudad que, por mil veces que la
visites, mil veces te va a sorprender…
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