1. Su comida. Si quieres mantener el tipín, comer como pajarito o hacer
dieta, ponte una venda en los ojos todo el viaje, o mejor no vengas. La comida
mexicana no solo es deliciosa y variada, sino además bien grasienta y sabrosa.
Imprescindible desayunar tamales o quesadillas (o ambas), comer tacos, mole, pipián, o el larguísimo etcétera de
guisados y cenar molotes, chanclas, pelonas, chalupas, tostadas, esquites o
tacos (los tacos siempre son una opción), y por supuesto siempre callejeros, más
ricos y más baratos. No puedes dejar de probar sus variadísimas salsas (picantes siempre, aunque el mexicano te diga
que no), e incluso sus dulces (algunos
también picantes, cómo no).
2. Su gente. Los mexicanos se caracterizan
por su hospitalidad, casi a cualquiera, pero especialmente al extranjero (cosa que te hace sentir un poco mal, sobre
todo porque cuando a España vienen extranjeros “ni les pelamos”, que dirían en
México). Te sentirás como en casa, o mejor. Pero no solo eso. Tu viaje será
completamente diferente según la escala social de la gente con la que te
relaciones. Sacarás una conclusión distinta cada minuto, cada hora, cada día, y
aún así solo rascarás la corteza de la complejidad del país. Y por supuesto,
también dependerá de la región a la que vayas.
3. Sus diferencias socio-culturales. Te
sorprenderán las impresionantes diferencias sociales, así como culturales, y
descubrirás que no sabes tanto como creías. Te enriquecerás al comprender otras
realidades diferentes de las que se te hacen normales, y en cada lugar
descubrirás mil y una particularidades de cada etnia indígena, de cada lengua,
de cada fresa o del ciudadano de a
pie.
4. Sus recursos naturales. Si bien es
cierto que muchos ríos, lagos y acuíferos están contaminados, que la población
no está concienciada (en general) del masivo e inadecuado uso del automóvil (van en coche hasta de su casa a la esquina) y que gran parte de la
misma está desinformada sobre los vertidos, la contaminación y la
sobreexplotación de los recursos, el clima del país, su localización y su
geografía hacen de él uno de los más ricos y variados en cuanto a ecosistemas,
climas y reservas naturales. Tan pronto hay impresionantes desiertos y cañones
en el norte, como selvas tropicales y volcanes en el sur (entre otros muchos). Realmente México posee un increíble tesoro en
forma de paraísos naturales, por todo el país. Yucatán solo tiene los más
famosos y conocidos.
5. Su riqueza cultural. Me sigue resultando
increíble que culturas milenarias y antiguas tuvieran conocimientos que a día
de hoy son incomprensibles. Mayas, aztecas, cholultecas, mixtecos… son solo
algunos ejemplos de las múltiples civilizaciones prehispánicas, cuya huella
indeleble permanece en la actual cultura mexicana. ¡Pero esto no es todo!
México no son solo pirámides y monumentos arqueológicos. Diego Rivera, Frida
Kahlo, Octavio Paz, la reciente premio Cervantes Elena Poniatowska y Alondra de
la Parra son solo nombres famosos de algunos exponentes de la cultura
contemporánea, pero México sorprende en cada rincón con una cultura muy viva y nuevas
inquietudes. Para una primera aproximación a todas estas nuevas corrientes,
recomiendo el documental Hecho en México:
6. Sus tradiciones. Como por ejemplo, el
Día de Muertos. Para quien no ande muy informado, en el Día de Muertos (que en
realidad se celebra entre 4 y 9 días, dependiendo de la localidad) no solo se
montan impresionantes altares donde se coloca (por niveles) todo lo que le
gustaba al muerto (tequila, pollo, cigarrillos…),
se abren las puertas de la casa y se esparcen flores de cempazuchitl cuya
función es atraer a los espíritus. Se cree que ese día, los muertos bajan a la
tierra a pasar el día con sus seres queridos, pero también hay celebraciones en
los cementerios, donde se colocan flores y ofrendas y se bebe junto a ellos.
7. Sus curiosidades. La mascota de una
farmacia (¡sí, la mascota de una farmacia!)
baila a todo volumen la música de actualidad para atraer a sus clientes (ver
vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=jNOJD2gNN_s); en las
farmacias (en realidad son
mini-supermercados) se pueden comprar cigarrillos, e incluso encuentras
medicinas; en los camiones (autobuses
urbanos) y combis no escucharás otra música que no sea cumbia (el ritmillo es algo así como
chin-chi-chi-chin); el ruido que caracteriza sus calles (desde vendedores ambulantes que gritan sus
mercancías hasta los sonidos del claxon de los conductores de camiones, como si
de DJs se tratara); los artículos variados de Virgencita plis…
8. Sus mercados. Indescriptibles e
imprescindibles. En ellos se puede encontrar de todo, pero lo más frecuente son
frutas, verduras, carnes y pescados, o lugares de comida corrida (algo así como
menú, pero mucho más económico, suele estar entorno a los $40). Cómo no,
también en ellos venden chapulines
(saltamontes adobados), piñatas (tradición en posadas – algo así como la
pre-navidad), y todo tipo de accesorios para la casa. Desde nuestro orden de
mercado europeo, algo tan diferente llama nuestra atención y nos sorprende casi
aunque vayamos a diario.
9. Sus precios. Aunque hay cosas del mismo
precio o mayor incluso que en España, la comida callejera, el hospedaje y en
general la vida es más barata, especialmente lejos de lugares turísticos (bueno, básicamente lejos de Cancún). Es
por ello que, exceptuando el billete de avión (aunque de vez en cuando aparecen
ofertones), el viaje puede ser muy asequible, pudiendo disfrutar más que en
otros destinos.
10. Sus tacos. Ya sé que ya he hablado de
esto, pero es que los tacos se merecen un lugar privilegiado y aparte. Creo que
vendría a México solo para alimentarme de tacos días y días. Nunca jamás
sientes que has comido los suficientes, hasta que te levantas de la mesa y
descubres que si te agarras de los pies puedes rodar. Pero de verdad, un placer
de los sentidos. Tacooos…
11. Por
último, para acabar con los prejuicios
sobre el país. Casi toda nuestra información previa sobre México es
errónea, al menos parcialmente. Quedarnos solo con la idea de Cancún y sus
playas, o de los charros y mariachis como si constituyeran la espina dorsal del
país es, a mi modo de ver, no viajar, sino quedarse con lo superficial. Aunque
hay muchos españoles en México y aunque es un importante destino turístico, no
es de los más convencionales, y sin embargo tiene tanto que ofrecer que merece
(y mucho) la pena. Y lo digo sin recibir ningún tipo de comisión por parte de
las agencias de turismo. En serio.
Excelente articulo.
ResponderEliminarMuy completo la verdad.
Ahora solo me faltaria saber... cuando viajar... cuando es la fecha ideal para ir y que no se haga pesado.
saludos
Muchas gracias!! Pues mi recomendación personal, si puedes elegir fechas, es entre enero y mayo, justo antes de comenzar la temporada de lluvias, es cuando la temperatura es más agradable y el clima es más seco, hay menos mosquitos... vamos, que son todo ventajas :)!
ResponderEliminarTe gustaría realizar el viaje de tus sueños como nosotros. Pues ha llegado tu día y es posible. Por ejemplor ir a Punta Cana en Republica Dominicana ¿Qué te parece?
ResponderEliminarLa Mejor Epoca para Viajar a Punta Cana